Scottsdale, Arizona - Recién me diagnosticaron artritis psoriásica y estoy confundido ante todas las alternativas de tratamiento. ¿Qué recomiendan ustedes a sus pacientes?
RESPUESTA:
La artritis psoriásica es un tipo de artritis que se desarrolla en algunas personas que sufren de psoriasis, afección crónica de la piel que se caracteriza por la presencia de trozos de piel gruesa y enrojecida, a menudo salpicadas por escamas blancas y secas. La afección puede producir dolor e hinchazón en las articulaciones, similar a lo que ocurre en la artritis reumatoide. Cualquier articulación puede afectarse y el dolor oscila entre leve y grave. Tanto en la psoriasis como en la artritis psoriásica, se puede ver que los síntomas se exacerban, luego ceden y después rebrotan.
Las personas que sufren de artritis psoriásica generalmente se desgastan con la comezón y el dolor crónicos que acompañan a ambas enfermedades. A pesar de que no exista cura, hay tratamientos eficaces que pueden servir para aliviar los síntomas e incluso prevenir más daños articulares. Cuanto antes empieza la terapia, menos tiempo tiene la enfermedad para avanzar y causar daños permanentes en las articulaciones.
Varios medicamento empleados en la artritis reumatoide también pueden usarse en la artritis psoriásica y algunos de ellos incluso sirven en la psoriasis. Cuáles fármacos usar y durante cuánto tiempo depende de cuán molestos sean los síntomas, cuán bien funcione el medicamento y cuáles sean los posibles efectos secundarios. Es probable que necesite intentar con varios fármacos diferentes, pero tenga presente que la mayoría de gente logra encontrar alguno que funciona.
AINES: Cuando los síntomas son leves, los antiinflamatorios no esteroides (AINES) pueden bastar para aliviar el dolor y reducir la inflamación. Dentro de los AINES de venta sin receta médica están el ibuprofeno y el naproxeno sódico; los AINES más fuertes están disponibles solamente bajo prescripción.
Fármacos antirreumáticos modificadores de la enfermedad (FARME): Estos fármacos pueden aliviar el dolor igual que ralentizar el avance de la artritis psoriásica y salvar de daños permanentes a las articulaciones y otros tejidos.
Inmunosupresores: Estos medicamentos actúan para apaciguar al sistema inmunitario que está fuera de control en la artritis psoriásica.
Inhibidores del factor de necrosis tumoral alfa (TNF alfa): Esta es una sustancia antiinflamatoria producida por el cuerpo mismo. Los inhibidores del TNF alfa bloquean esa sustancia y ayudan a reducir el dolor, la rigidez y la hinchazón en las articulaciones.
Cuando los medicamentos establecidos con el tiempo no sirven o pierden su eficacia, hay dos nuevos fármacos autorizados con los que su médico puede intentar. Uno es el ustekinumab (Stelara) que funciona mediante el bloqueo de la interleucina (IL)-12 e IL-23, un conjunto de proteínas del sistema inmunitario que según las investigaciones posiblemente está implicado en la promoción de la artritis psoriásica; este medicamento se inyecta bajo la piel. El otro es el apremilast (Otezla) que inhibe la actividad de la enzima implicada en promover la inflamación y puede ayudar con el dolor articular y la inflamación de la piel, incluso en áreas difíciles de tratar como las uñas y el cuero cabelludo; la presentación de este medicamento es en forma de pastilla. Durante los ensayos clínicos, los efectos secundarios fueron entre leves y moderados, sin mayor riesgo de infecciones graves como ocurre con los FARME, los inhibidores del TNT alfa y los inmunosupresores.
Además, el fármaco secukinumab (Cosentyx) recibió autorización para la psoriasis y los ensayos fase III mostraron que posiblemente también sea eficaz para la artritis psoriásica.
En el caso de articulaciones demasiado hinchadas debido a la artritis psoriásica, inyectar un esteroide directamente en la articulación puede aliviar rápido la inflamación. Cuando la articulación se encuentra gravemente dañada, una alternativa puede ser la cirugía para reemplazarla con una articulación artificial. Los medicamentos tópicos pueden ser muy eficaces para disminuir la comezón propia de la psoriasis y reducir las placas de piel engrosada.
Es importante también considerar otras medidas para ayudar a sobrellevar la artritis psoriásica. Hacer más actividad física puede ayudar al cuerpo a liberar las endorfinas que hacen que uno “se sienta bien”. El ejercicio realizado de forma regular promueve la relajación y puede mantener la flexibilidad de las articulaciones, así como la salud en general. Caminar, nadar, estirarse, hacer yoga y andar en la bicicleta estacionaria también son buenas actividades.
El estrés y la ansiedad pueden empeorar la psoriasis y complicar el dolor crónico. Tomar medidas para aliviar el estrés, tal como la terapia de visualización, la biorretroalimentación o la meditación, puede permitir sobrellevar las variaciones diarias de los síntomas de ambas afecciones que son la comezón y el nivel de dolor. Reducir el estrés también puede colaborar a que el tratamiento funcione mejor. Fumar se vincula con mayor riesgo de desarrollar psoriasis, así que considere dejar de fumar, tanto por la psoriasis como por su salud general. Consumir alcohol puede empeorar la piel y disminuir la eficacia del tratamiento, de manera que restringir el consumo de alcohol puede ser otra manera de ayudar a controlar la psoriasis.
Por último, haga lo que pueda para proteger sus articulaciones. Cambiar la manera en que realiza sus actividades cotidianas puede hacer gran diferencia sobre cómo se sienta. Por ejemplo, evite tensionar las articulaciones de los dedos usando artículos como abridores de frascos para destaparlos, levante las ollas u otros objetos pesados con ambas manos y empuje las puertas con todo el cuerpo en lugar de solamente con los dedos.