Dallas, Texas - El tabaco sigue siendo un problema serio entre los adultos hispanos/latinos, incluyendo el uso y la aceptación crecientes de los cigarros electrónicos y la hookah entre los usuarios de tabaco jóvenes en los Estados Unidos, de acuerdo con un estudio presentado en las Sesiones Científicas 2015 de la American Heart Association.
La hookah, también conocida como pipa de agua, consiste en un recipiente, una cámara parcialmente llena de agua, una manguera y una boquilla; está diseñada para quemar tabaco de especialidad, el cual generalmente es de sabor.
Para entender mejor el conocimiento, la actitud y el comportamiento de los hispanos/latinos en cuanto al uso de estos productos de tabaco, así como cómo difieren entre las etnias hispanas/latinas, los investigadores trabajaron con 26 grupos focales compuestos por fumadores y no fumadores. Los grupos focales incluyeron 180 participantes hispanos/latinos, de 18 a 64 años de edad, residentes de varias ciudades de los Estados Unidos donde se han asentado subgrupos étnicos particulares: Chicago (centro y sudamericanos), Nueva York (puertorriqueños y dominicanos), San Diego (mexicanos/ estadounidenses de origen mexicano) y Miami (cubanos). Los participantes fueron reclutados con base en su lugar de nacimiento (Estados Unidos vs cualquier otro lugar) y su uso del idioma inglés como índice de aculturación (proceso gradual en el que los inmigrantes incorporan las creencias y comportamientos de la cultura en la que se han establecido).
Los investigadores descubrieron que sin importar el contexto étnico específico y la ubicación geográfica:
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Los participantes hispanos/latinos reportaron un uso sustancial de los cigarros electrónicos y/o la hookah.
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Los inmigrantes que hablan español, de entre 36 y 64 años de edad, eran menos propensos a utilizar alternativas a los productos de tabaco, mientras que los fumadores latinos jóvenes, de entre 18 y 35 años de edad, reportaron un uso significativamente mayor.
El fácil acceso a dichos productos, lo atrayente de su sabor y olor, y las restricciones mínimas a su uso tanto público como social contribuyen a su atractivo.