Washington, DC - Estados Unidos condena la tortura y asesinato del Capitán de Corbeta Rafael Acosta Arévalo, oficial de la Armada de Venezuela, quien murió mientras estaba bajo la custodia de los matones de Maduro y sus asesores cubanos. Expresamos nuestras más sentidas condolencias a su familia y seres queridos.
Esta no es la primera vez que el régimen de Madura utiliza la violencia contra los prisioneros políticos. Recordamos claramente los horribles acontecimientos del 8 de octubre de 2018, cuando el concejal Fernando Albán fue asesinado mientras estaba bajo la custodia del régimen.
Este último acto de barbarie de Maduro debe movernos a la acción. Estados Unidos hace un llamado a las democracias del mundo para que se unan en la condena de esta reciente violación de los derechos humanos y en aplicar presión para lograr que los agresores rindan cuentas.
Este asesinato irracional es más evidencia de que Maduro seguirá matando a su pueblo, robándole a la nación venezolana y mintiéndole al mundo con tal de mantenerse en el Palacio de Miraflores.
Unámonos en apoyo al pueblo de Venezuela en su búsqueda de un final inmediato de estos actos atroces y la restauración de su democracia.