Washington, DC - Como representantes de la comunidad internacional, reconocemos que las comunidades religiosas de todas las tradiciones pueden ser poderosas fuerzas pacíficas para el bien en el mundo. Instamos a todos los gobiernos a respetar el derecho humano de las personas a tener creencias o no tenerlas, y a practicar una fe o ninguna. Celebramos el bien de la religión, que se manifiesta en incontables actos desinteresados de servicio, compasión y caridad en todo el mundo, y condenamos los aberrantes actos perpetrados en nombre de la religión.
Instamos en forma enérgica a los gobiernos a colaborar ampliamente con todas las comunidades religiosas y otras comunidades de conciencia, y a alentar a las comunidades que representamos a resolver cualquier diferencia en temas de ética, política, filosofía y teología mediante el diálogo respetuoso, pacífico y constructivo.
Cosignatarios: Ucrania, Italia, Armenia, Estonia, Azerbaiyán, Austria, Lituania, Uzbekistán, Kosovo, Polonia, Dinamarca, Albania, Chipre, Reino Unido, Líbano, Eslovaquia, Letonia, Noruega, Moldavia, Montenegro, Serbia, Kazajistán, Brasil, Noruega, República Checa, Nueva Zelandia, Hungría, Islas Marshall y Estados Unidos de América.